martes, 29 de marzo de 2011

Peatón distraído accidentado


Vale mirar...


Estaba en la senda peatonal de la entrada de la Estación Once, esperando que el semáforo de el paso para los peatones. Todavia con paso para autos, se mandan varios pero justo pasa un taxi y todos frenan, salvo uno que iba mirando para el otro lado que apareció de sorpresa y el tachero frenó (iba despacio) pero no le dio el tiempo y lo levantó como a un muñeco. Le pegó en la cadera, voló hacia arriba, como 2 mts., y cayó de cabeza.
A pesar de semejante golpe, el señor estaba conciente pero sangraba mucho la cabeza.
Le di al tachero mi teléfono por si necesitaba un testigo, porque todos vieron otra cosa.










"¡Señor! esta es la luz para cruzar"

sábado, 5 de marzo de 2011

Tránsito porteño (Parte V): Colectivos


Gran invento argentino, podés viajar a cualquier lado por unas monedas. Algunos son cómodos, otros intentan ser modernísimos, otros insufribles y otros aún no se sabe cómo funcionan.
El tema es que nadie respeta nada, hay carriles para colectivos y todos van por ahí, por ejemplo en Avellaneda. Son las 9 am y hay autos parados del lado derecho, donde supuestamente deben ir los colectivos, pero también van camiones, taxis de Capital, hay pozos dignos de la Luna y gente parada en la calle porque no ven a los colectivos por culpa de los camiones de reparto.
Los colectivos van muchas veces por cualquier parte porque los automovilistas no saben manejar, los taxis van por la derecha "paseando" y aunque los colectivos tengan pasajeros para subir o bajar, los tacheros siguen con su andar campechano. Esto retrasa mas el tránsito, retraso más el tiempo de viaje y los colectiveros tienen que andar prácticamente volando, haciendo maniobras locas, enojandose y dejando a más de uno "revoleado" en la parada. Estos son totalmente exprimidos por las empresas y a veces ni pueden parar para ir al baño. Entonces se entiende la chifladura de muchos.
Los colectivos están en mal estado, se los arregla poco y tienen que seguir andando.
Los que andan en capital son tranquilos, ahora los que conocen las noches del conurbano son casi como guerreros de la noche.
Tampoco tienen seguridad.
Lo que si, son los que mas respetan a los bicicleteros. Es más, tienen la conciencia del tamaño que llevan, aunque a veces se olvidan que llevan personas.
Ahora surge otro problema, ya que el Estado aumentó la subvención, de noche tienen menos coches en uso y algunos ni paran en Provincia, por lo cual uno puede estar 30 minutos esperando a la noche (con suerte...).
O sea, las empresas levantan plata a paladas, apretan a los choferes para llegar a tiempo y encima el triste estado de muchas unidades. Algo no cierra.


Esperar el 24 de noche, puede poner a prueba la paciencia de un Budista




Viajar en este desde Once a Escobar, a uno lo transforma en un Fakir




"Ojalá que no se quede en Escobar"





Quería ir al baño...